Gerardo hubiese sido un macero de Fortún, así que me manda una foto del libro con mazas, baquetas y un tambor. ¿Se toca el tambor en Tellerda?
Blanca terminó el relato y se durmió abrazadita al libro. Al día siguiente me dijo que fue un sueño plácido y feliz. No se me ocurre un mejor piropo.
Apetecía meterse algo en el buche y el letrerito hizo el resto. Mi libro no pudo evitarlo y quiso posar junto a él. Picaron bien. No fue barato. Es lo que tiene lo bueno. Foto de José. ¿Para cuando la tuya?LLegó mi momento, no tengo la voz de Jaloza. Tampoco su aplomo y presencia, pero soy resultón.
No creo que consiguiese ni una venta, el auditorio ya estaba entregado de antemano. Fue mi primera exposición sobre el libro. La próxima lo haré mejor.
Manolo, de viaje por Malta, se lo lleva para amenizar sus noches en tierra extraña. Tanta cerveza (de malta), tanta cruz (de Malta) y tanta isla (Malta) le llevaron a refugiarse en Tellerda.
Quizá sea su primera cima, el Tozal de Surta, Biello Sobrarbe. Buena atalaya desde donde lo más alto, Marcos, leyó unas líneas del primer capítulo y saludamos a los tellerdanos que allá a lo lejos se cubrían bajo el cielo emcapotado que iba “abrigando” el entorno de la Peña Montañesa.
El perro más famoso tras Rintintín, Milú y Lassie, se ha dejado fotografiar con mi libro. Posa jadeante y feliz, tras leerselo de tirón. Me ha pedido salir en algún relato... no cae en saco roto, faltan animales en mi obra...
