domingo, 17 de mayo de 2009

La novia del preso



Este relato ha sido suprimido al publicarse en el libro "Viento"

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que la misma historia reescrita por vuestra merced antes de colgarla, hubiera dado otros frutos. Creo que se embaló a la hora de inventarla, que la escribió con el corazón pero no la repasó con la mente. ¿Sabe por qué, Men of Lord? Porque la historia me ha gustado mucho, sobre todo el principio y el onomatopéyico final, y no ignoro que cuando se pone le saca mucha más punta al pincel.

Tal vez me exceda en la crítica, y os plazca más tal cual.

Una versión en género negro.

Bueno, lo más importante, además de la comunión de su hija, es su regreso a esta afición que nos relaciona.

Magic Johnson

Anónimo dijo...

Le cuento, Eduard, le cuento. Lo que aparece como nota de prensa en mi relato es rigurosamente cierto, es copia de lo aparecido como suceso en un periodico de mi ciudad. De ahí y sumandole la idea de que apareciesen el mayor número de términos gastronómicos surgió el texto.

Creo que tiene la malsana equivocación de creerme por encima de lo que soy capaz de dar. En este relato realicé multiples rectificaciones y ajustes para cuadrar las palabras...¡fijese que mi intención era dar una sensación de degustación canival!

Por supuesto que acepto y valoro su crítica, y no se preocupe que la asumo de buen grado, que si no le gusta, pues no le gusta...

Fernando Arcega

edu dijo...

Si de hecho me gustó. Sólo que la imaginé un poco más Tarantino, a mi rollo, y creí que podía haberle sacado mucho más jugo.
No se hace usted a la idea de los post que reescribo del Blog y que sé que raro será nadie vuelva a leer. Los recorto, los arreglo, los repeino, los versiono.
Si me hubiese gustado hubiera soltado algún INSUPERABLE, MAJESTUOSO, MARAVILLOSO, pero no. Simplemente bien bueno, conciso y preciso.
Nous sommes on-line

edu dijo...

Quise decir: Si "No" me hubiese gustado hubiera soltado......

JALOZA dijo...

¡Ayyyyy, esa foto....! Qué calorcico me está dando. O serán los treintaytantos a la sombra.