Sabes que no soy conciertero, pero es que tocaba LA RONDA. Me he ido solo, como los que quieren ocultar su pecado, o tal vez porque soy un solitario.
Al llegar a la plaza me ha sorprendido ver que ahora tienen teloneros, ¡teloneros!, pero cómo han crecido estos chicos, y que estaba llena a rebosar, no de adolescentes o veinteañeros, sino de gentes de todas las edades, incluso me atrevería a decir que la gente madura era mayoría.
"Mermelada de moras" cantada por una fémina de voz soberbia antecede a los de Boltaña dejandose notar que el populacho está entregado, esa clase de fieles que no me hacen sentirme solo ya.
LA RONDA, está acostumbrada a tocar en su terreno, en sus Pirineos, donde sus acordes son entendidos desde la raíz y adorados por los altoaragoneses, por eso cuando bajan al Ebro, se les ve mas comedidos. Así que comenzaron por canciones de fiesta y algarabía, pasando por otra en fabla. El clima se caldea, la pequeña y cerrada plaza de San Bruno va dando calor, que se alimenta de los leños cada vez mas gruesos que va soltando el grupo, reivindicando, poniendo el dedo en las leyendas, en la forma de sentir de esta tierra. Entre canciones se van produciendo gritos de “Aragón, Aragón”, y los sobrarbense se sienten a gusto, por lo que sueltan ya las canciones más emblemáticas para cerrar con el ya famoso canto “El país perdido” que se canta como sólo un hombre por los centenares de asistentes a pulmón abierto.
Me subo la cremallera de mi chaqueta y me vuelvo para casa, henchido de orgullo, con el sentirme aragonés sin menosprecio, reconociendo que algo me une a esos montañeses que entienden la vida de forma muy parecida a mí.
¿Qué es Aragón? – me preguntaste.
- Aragón somos tú y yo cuando nos abrazamos -
Al llegar a la plaza me ha sorprendido ver que ahora tienen teloneros, ¡teloneros!, pero cómo han crecido estos chicos, y que estaba llena a rebosar, no de adolescentes o veinteañeros, sino de gentes de todas las edades, incluso me atrevería a decir que la gente madura era mayoría.
"Mermelada de moras" cantada por una fémina de voz soberbia antecede a los de Boltaña dejandose notar que el populacho está entregado, esa clase de fieles que no me hacen sentirme solo ya.
LA RONDA, está acostumbrada a tocar en su terreno, en sus Pirineos, donde sus acordes son entendidos desde la raíz y adorados por los altoaragoneses, por eso cuando bajan al Ebro, se les ve mas comedidos. Así que comenzaron por canciones de fiesta y algarabía, pasando por otra en fabla. El clima se caldea, la pequeña y cerrada plaza de San Bruno va dando calor, que se alimenta de los leños cada vez mas gruesos que va soltando el grupo, reivindicando, poniendo el dedo en las leyendas, en la forma de sentir de esta tierra. Entre canciones se van produciendo gritos de “Aragón, Aragón”, y los sobrarbense se sienten a gusto, por lo que sueltan ya las canciones más emblemáticas para cerrar con el ya famoso canto “El país perdido” que se canta como sólo un hombre por los centenares de asistentes a pulmón abierto.
Me subo la cremallera de mi chaqueta y me vuelvo para casa, henchido de orgullo, con el sentirme aragonés sin menosprecio, reconociendo que algo me une a esos montañeses que entienden la vida de forma muy parecida a mí.
¿Qué es Aragón? – me preguntaste.
- Aragón somos tú y yo cuando nos abrazamos -
4 comentarios:
Hale. Pues felicidades por vuestro día y vuestras fiestas.
Casi pude escuchar la música...
Ah, y un aplauso por la última frase.
¡Saludos!
Me hubiera gustado estar allí. Hace años los vi en la Plaza Sas y no he olvidado una hermosísima canción de amor que tocaron entre las lágrimas del personal.
Hay días lluvioso, grises, tristes, en los que uno piensa que se ha equivocado. Gente como tú, que se dice mi amiga, me indican que voy por el buen camino.
Un abrazo, hermano.
Es curioso, yo no soy aragonesa pero creo que algún ascendente maño debo tener. Cualquier jota la siento muy cercana pero cuando escucho 'La palomica' hasta me emociono, no digo más.
Sólo he estado una vez en Huesca y dos en Zaragoza. Ahora me quedan lejos, pero sé que he de volver alguna vez
destaco también la última frase, preciosa.
saludos.
:)
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